“Porque todo lo que Dios creo es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias; porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado” 1 Timoteo 4: 4-5
Con la proliferación de las TICS (Tecnologías de Información y comunicación) la vida del ser humano en todos los aspectos se verá influenciada: económica, social, cultural. Implicará nuevas formas de gestionar su tiempo, sus conocimientos e incluso incide directamente en sus hábitos de vida y actitudes.
En ocasiones, los jóvenes se presenten a las aulas con una actitud apática, “Light”, del menor esfuerzo, de merecerlo todo. Esto incide en su desempeño y en sus habilidades de autocontrol y autogestión. La tarea para enfrentar esta situación es ardua y se requiere de una relación docente que sea personal, cara a cara, comprometida y continua. Las TICS pueden ayudarnos a mejorar la relación con los jóvenes y niños. Las interrogantes en este punto son:
¿Qué estamos haciendo mal o estamos dejando de hacer, para que estos jóvenes tengan estas actitudes y no debamos repetirlo o empeorarlo?
¿Cómo sacar el máximo provecho de las TICS en nuestros salones de clase sin que vayan en detrimento de las relaciones interpersonales en el aula?
¿Cómo las TICS pueden ayudarnos a cumplir
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